miércoles, septiembre 27, 2006

"Perdonar depende de ti, olvidar del tiempo"

En está semana no ha existido un minuto para detenerse; la universidad nos quita más tiempo del que disponemos...pero me ha permitido desconectarme de otros problemas... mantener la mente ocupada ha sido la mejor solución para no pensar en aquello que nos causa dolor, pero también tengo claro que ya he evadido suficiente y que llego la hora de enfrentar...y empezar a buscar soluciones o simplemente cerrar el cápitulo.

No me sorprende todo lo que ha pasado...no es la primera vez, ni la última... esto simplemente reafirma que no podemos confiar a ojos cerrados... lo que no implica que no podamos perdonar.

Hay mucho camino recorrido y creo que, a la larga, los dolores y desiluciones nos hacen mucho más fuertes.

lunes, septiembre 11, 2006

cómo empezar???...este es un mundo desconocido para mi... parece extremadamente extraño compartir lo que pensamos o parte de nuestras vidas con personas que no conocemos... pero, a la vez, es muy interesante...

Creo que es el último recurso de desahogo... y las circunstancias se dieron en este momento... cuando me doy cuenta que muchas de las personas que me rodean no son lo que yo creía, que tengo que pasar por alto deslealtades que en cualquier otro minuto me hubiesen hecho actuar de una manera muy irracional... pero mi silencio implica proteger a los que quiero, tener que montar un "espectaculo" en el cual yo soy el bufón para que no hayan más heridos en el camino.

La vida esta llena de incoherencias y esta es sólo una más.

"Y descubrí en mi locura, libertad y salvación, la libertad de estar sólo y a salvo de ser entendidos, porque aquellos que nos entienden esclavizan algo nuestro"


AMIGO MÍO

Amigo mío... yo no soy lo que parezco. Mi aspecto exterior no es sino un traje que llevo puesto; un traje hecho cuidadosamente, que me protege de tus preguntas, y a ti, de mi negligencia.
El "yo" que hay en mí, amigo mío, mora en la casa del silencio, y allí permanecerá para siempre, inadvertido, inabordable.
No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos, hechos sonido, y mis hechos son tus propias esperanzas en acción.
Cuando dices: "El viento sopla hacia el oriente", digo: "Sí, siempre sopla hacia el oriente"; pues no quiero que sepas entonces que mi mente no mora en el viento, sino en el mar.
No puedes comprender mis navegantes pensamientos, ni me interesa que los comprendas. Prefiero estar a solas en el mar.
Cuando es de día para tí, amigo mío, es de noche para mí; sin embargo, todavía entonces hablo de la luz del día que danza en las montañas, y de la sombra purpúrea que se abre paso por el valle; pues no puedes oír las canciones de mi oscuridad, ni puedes ver mis alas que se agitan contra las estrellas, y no me interesa que oigas ni que veas lo que pasa en mí; prefiero estar a solas con la noche.
Cuando tú subes a tu Cielo yo desciendo a mi infierno. Y aún entonces me llamas a través del golfo infranqueable que nos separa: " ¡Compañero! ¡Camarada!" Y te contesto: "¡Compañero! ¡Camarada!, porque no quiero que veas mi Infierno. Las llamas te cegarían, y el humo te ahogaría. Y me gusta mi Infierno; lo amo al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar solo en mi Infierno.
Tu amas la Verdad, la Belleza y lo Justo, y yo, por complacerte, digo que está bien, y simulo amar estas cosas. Pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor por estas entidades. Sin embargo, no te dejo ver mi risa: prefiero reír a solas.
Amigo mío, eres bueno, discreto y sensato; es más: eres perfecto. Y yo, a mi vez, hablo contigo con sensatez y discreción, pero... estoy loco. Sólo que enmascaro mi locura. Prefiero estar loco, a solas.
Amigo mío, tú no eres mi amigo. Pero, ¿cómo hacer que lo comprendas? Mi senda no es tu senda y, sin embargo, caminamos juntos, tomados de la mano.

(autor desconocido)